sábado, 14 de marzo de 2015

Yin y Yang en la Macrobiótica 1º Parte

Hoy ha sido un gran y bonito día de clase donde hemos estudiado, prácticado y comido una deliciosa comida preparada por nuestro amigo Marco Fonseca en el Restaurante Kaskazuri. Es un placer ver a tus alumnos y alumnas como van evolucionando durante el curso. Los nervios y los enfados del principio de curso comienzan a convertirse en capacidad para entender y dar soluciones. Es el resultado de la transmutación. Todo orden necesita de su caos, al igual que el día necesita de la noche. Lo mismo ocurrió con los alumnos/as cuando decidimos no enseñar más la forma en la que interpretaba el yin y el yang en la macrobiótica George Oshawa. Al principio fue un revuelo y muchas personas se enfadaron o se sintieron incomodas, lo normal en todo cambio, pero muchas dicen ahora que todo les encaja más. ¿ Y porque ? La respuesta es muy sencilla, porque las leyes del yiny del yang fueron escritas desde la lógica y observando las leyes de la naturaleza y nada es más verdadero que la lógica y la naturaleza. Oshawa en su día hizo un gran y valiente esfuerzo al intentar acercar estas teorías a las mentes occidentales, pero en mi opinión, no acertó. No se puede cambiar de golpe y porrazo una teoría de miles de años y menos, cuando ha sido escrita basándose en la naturaleza. La lógica es la naturaleza, lo mental es la ciencia y la ciencia no es más que parte de la lógica. Muchos somos los macrobióticos que hemos intentado "denunciar" este echo, la gran mayoría admite que lo más lógico seria enseñar el yin y el yang como debe ser, como es lo original, como figura en el YiJing de FuXi, como lo hace la Medicina Tradicional China, pero nadie cambia. Unos por miedo, otros por comodidad, otros, no se porque. Pero nosotros decidimos en la escuela enseñarlo tal y como es, como el Verdadero. Ha sido una apuesta polémica pero que rápidamente ha dado sus frutos, porque así lo hacen las cosas verdaderas. Cuando utilizas el yin y el yang como en la macrobiótica rápidamente aparecen las contradicciones. Por ejemplo, en macrobiótica se dice que el yang es caliente, contractivo y descendente, pero, ¿ Alguien ha visto alguna vez que el aire caliente descienda o que el vapor de agua descienda? En macrobiótica se dice que el yin enfría, expande y asciende, pero, ¿Alguna vez alguien ha visto que el agua al congelarse se expanda? También se dicen que las inflamaciones son yin porque se expanden, pero, ¿ Si son yin porque las inflamaciones son calientes, o alguien conoce una inflación fría ( si es así que me llame por favor). Si observamos la naturaleza el calor asciende y el frío desciende, el calor expande y el frío contrae. Y así lo afirman las leyes Verdaderas. Como hemos dicho, en nuestra escuela ya sólo enseñamos esta visión, que es la lógica y la original y es con la que podemos progresar en nuestros estudios y aprendizaje, sin tener que inventarnos cosas raras. Es un paso que hemos dado y estamos muy contentos con los resultados. Como dije en el artículo anterior, nosotros lo que enseñamos es el espíritu de la macrobiótica y la filosofía y medicina taoístas transmitidas por el Dr. Lee. Poco a poco os iremos mostrando el trabajo que estamos haciendo y explicándoos en que consiste. Fuerte abrazo y bonita transformación Egoitz

2 comentarios:

  1. Me parece muy valiente tu opinión, Egoitz. Hace ya casi 4 años que descubrí y practico la macrobiótica, y no dejo de sorprenderme a cada momento. Como tantos, he tenido muchos momentos de dudas y contradicciones, de comunión con ella o de separación, y unas cuantas contradicciones que me han hecho comerme la cabeza más de lo necesario. Creo que lo importante es vivencia propia, y cómo encajamos cada uno de nosotros las cosas. Y el equilibrio... qué fugaz es el equilibrio. Me encanta esta nueva visión tan simple con la que explicas el yin y el yang... A mi desde luego me has quitado un peso de encima. Un abrazo guapo, y a ver si volvermos a vernos pronto. Esther (Grupo Macrobiótico de Bilbao)

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  2. Muchas gracias Esther,

    Te entiendo perfectamente.

    Un abrazo

    Egoitz

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